Cae una gota.
Alguien la mira.
El viento la escucha mientras juega con las hojas.
La luz la atraviesa y se desvía.
En la esquina un perro dormido cree escucharla en su sueño.
Pasa un camión.
En una de sus ventanas una mirada se asoma.
La mirada es recibida por aquel que está parado en el poste.
Dos se han enamorado.
Se han resignado, no olvidado.
Tres calles adelante un niño vuela por lo aires.
Sus piernas fracturadas.Las llantas rechinando.
El humo saliendo de las llantas.
Su cabeza a punto de estallar.
El pan caliente sale del horno.
Cuatro orgasmos más.
Se funde un foco.
Una lágrima es derramada a la mitad de un último aliento.
Alguien piensa en Inglaterra.
El sol cubre el Sahara.
Un cigarro se consume.
Parte un rayo de luz de Alfa.
Un cáncer ataca su primer órgano.
El teléfono suena.
Nadie lo escucha.
Cinco sueños se olvidan.
Se abren un par de ojos.
Un nuevo día es descubierto.
La inspiración vuelve.
Termina una canción.
En algún lugar se hace lunes.
Seis neuronas se conectan.
Se safa un clavo.
Una tortuga a mitad del camino.
El reloj de pared se detiene.
El tráfico avanza.
La bomba estalla.
Alguien sonríe.
Siete años se cumplen.
Carlos habla sobre el infinito.
Se acaba el agua.
Le dan un golpe.
Se escucha un disparo.
Ocho átomos chocan.
Un artista es olvidado.
Las pirámides se deshacen.
El libro es terminado.
Acaba de lavarse los dientes.
Nueve vidas se salvan.
Se va la luz.
Se duerme.
Tiene que hacer algo.
Una navaja atraviesa el lienzo.
El gato entra en la habitación.
Diez estrellas mueren.
Se divide una célula.
La mano abre la llave.
Se me acaba la paciencia.
El horizonte se refleja sobre la gota.
Se estrella en el piso.
Rodrigo Arceo
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